El documento describe varios factores que auguraban una inminente devaluación del peso mexicano y una severa crisis económica, incluyendo un aumento explosivo de las deudas corporativas y bancarias en dólares, bajas constantes en las reservas de divisas del banco central de México, manipulación del tipo de cambio por las autoridades para mantenerlo semifijo, y una entrada masiva de capital especulativo, a pesar de que los precios de los activos eran más bajos en Estados Unidos que en México.