Un avión de la compañía Bilbo Air Lines solicita permiso para aterrizar en el aeropuerto de Madrid. La torre de control les asigna la pista 3 pero les advierte que está en obras en la zona final. Los pilotos, confiados en sus habilidades por ser de Bilbao, deciden intentar el aterrizaje con la pista acortada. Al finalizar la pista, las ruedas sufren pinchazos y parte del tren de aterrizaje se rompe, pero logran detener el avión a unos milímetros del final, para alivio de