Un avión de la compañía Bilbo Air Lines solicita permiso para aterrizar en el aeropuerto de Madrid-Barajas. La torre de control les autoriza aterrizar en la pista 033 derecha, advirtiéndoles que el final de la pista se encuentra en obras. Los pilotos bilbaínos confiados aseguran que podrán aterrizar con la mitad de la pista. Al iniciar la maniobra descubren que la pista es mucho más corta de lo imaginado. Logran detener el avión a milímetros del final, aunque