Los alimentos se componen principalmente de carbono, hidrógeno, oxígeno, nitrógeno, fósforo y azufre. Contienen vitaminas y minerales que son micronutrientes esenciales, así como macronutrientes como proteínas, lípidos y carbohidratos que proporcionan energía para las actividades diarias. La nutrición adecuada depende de un equilibrio saludable de todos estos componentes alimenticios.