El libro narra la historia de los habitantes de Villasimplona, quienes deciden fingir locura e idiotez para evitar volver a ser contratados como consejeros reales luego de que su inteligencia provocara problemas. Más adelante, tratan de demostrar su inteligencia pero todo sale mal y terminan incendiando la ciudad con un perro que compraron para controlar una plaga. Los habitantes huyen y se dispersan por el mundo.