Los mayas creían en un cosmos compuesto por 13 cielos y 9 cielos subterráneos gobernados por dioses. Adoraban a dioses como Itzamná, Ixchel y Kinich Ahau. Realizaban ceremonias en pirámides-templos para solicitar dones a cambio de ofrendas. Creían que después de la muerte el alma viajaba al inframundo o al cielo si moría en combate. Consideraban el juego de pelota como un ritual cósmico.