Este documento explica que cada día recibimos "mensajes divinos" pero que si nos sentimos indispuestos al despertar es posible que no hayamos recibido el mensaje divino destinado debido a haber pasado el sueño en lugares turbios donde los carteros celestiales no pueden entregar los mensajes. También sugiere que a veces cuando dormimos por pereza o egoísmo nos perdemos en planos inferiores del plano astral donde nuestros órganos espirituales se embotan y no reciben nada, por lo que debemos esforzarnos