1. A pesar de que la palabra investigación figura como central en el
nombre del Instituto y sirve para definirlo, lo cierto es que existen
intereses que traban el objetivo principal de la institución, que lo
ralentizan o lo desvían, podemos decir incluso que lo parasitan. La
investigación está, de hecho, instrumentalizada por diferentes grupos
que intentan repartirse la cuota de ocupación y prestigio de los que
dota la investigación
2. Parte de la política agraria estatal se transfirió a la comunidades
autónomas en 1984 generándose centros de investigación con
trayectorias diferentes en cada comunidad.
En la Comunidad de Madrid la investigación se dispersó hacia la
biotecnología alimentaria, la forestal, la agrícola y la
medioambiental:
Producción de alimentos funcionales y con denominación de origen:
Mieles, fresa de Aranjuez, aceituna de Campo Real, vinos…(La 2ª mayor
colección de uvas del mundo se encuentra en este instituto de investigación)
Clonación de especies forestales resistentes a enfermedades:
Embriogénesis somática de árboles singulares, por ejemplo.
Desarrollo de la producción agrícola: mejoramiento genético de especies,
minoración de fitosanitarios, malherbología, etc
Conservación medioambiental: biorremediación de suelos contaminados,
captación de gases en árboles, estudios de biomasa como combustibles
alternativos,…
La financiación se obtiene de fondos estatales, aportes de empresas
privadas y el presupuesto de la Comunidad de Madrid (unos 16 M€)
3. El Director-Gerente del Instituto: su formación e intereses deriva el
rumbo de la institución marcadamente. Desde el año 2000 hasta hoy
ha habido 8 Gerentes distintos.
Los puestos de Libre Designación: cargos designados políticamente
que entran a formar parte de la Función Pública. Debido a la falta de
continuidad de la Gerencia son un grupo estable de intereses. Desde
el año 2000 su número ha crecido un 100%.
Los investigadores: de un total de 300 trabajadores 20 son doctores, es
decir, con capacidad de dirigir proyectos con financiación nacional.
Entran en competencia por las subvenciones de sus proyectos, tanto
estatales como privadas, con investigadores de toda España. Su
número decrece y no existe fórmula administrativa de reposición.
ANECA: concede el visto bueno de las subvenciones a los proyectos de
investigación. Con sus dictámenes avala líneas de investigación que de
otro modo decaerían. Prima el conocimiento básico sobre el aplicado,
lo que entra en conflicto con el objetivo político del instituto.
4. Los agricultores: son formalmente el grupo-objetivo de la
institución. Sus asociaciones no están representadas en el Consejo de
Administración y se manejan datos difusos sobre sus intereses. La PAC
fomenta el macroempresario agrícola profesionalizado.
Empresas agroindustriles: compran los productos patentados por el
instituto y comercian con los agricultores. Son beneficiarios directos de la
política.
Empresas energéticas: apoyan económicamente líneas de investigación de
corte ecologista que potencian una imagen pública de limpieza ambiental.
Empresas de restauración y hostelería, chefs famosos, cadenas comerciales
de venta al consumidor final. El instituto y estas empresas refuerzan
mutuamente su prestigio al establecer conexión entre la investigación y el
producto de alta calidad.
El consumidor final o ciudadano es el objetivo último. No hay indicadores
que midan la practicidad a término de lo descubierto en la investigación.
5. “Agentes
dobles”
En “Análisis y gestión de políticas públicas” J. Subirats dice sobre los agentes intencionales
que “explotan conscientemente zonas de incertidumbre inherentes al funcionamiento
interno de las organizaciones político-administrativas, a las reglas formales y a las normas
sociales, para así promover sus propios valores, ideas e intereses” (pág.52).
Así el Gerente del instituto planea su carrera política desde la institución que dirige.
Los puestos directivos se ocupan de que el sistema no se desestabilice para no perder su
cuota de poder y retribución.
Los investigadores tienen también objetivos diversos:
.. Los resultados de una investigación no se adaptan a la planificación
administrativa anual. Los resultados no puede contabilizarse por ejercicios.
.. Las recompensas vienen de fuera de la institución: congresos, publicaciones,
financiación, invitaciones, etc
.. Al investigador se le evalúa desde fuera del instituto (ANECA, competencia con
otros científicos,…). Esto le hace un actor muy particular en la administración.
.. Suele implicarse profundamente con su trabajo (las horas de trabajo sería el
indicador), aspecto que explica por la “vocación”.
Todo ello hace que el investigador sea un actor con cierta autonomía respecto a su
entorno, un agente con fuerte capacidad crítica y preocupado por su carrera y prestigio
personales.