Si tuviera un millón de dólares, Lily compraría ropa, comida y un carro, viajaría a Hawái y Costa Rica con su familia y amigos, y compartiría el dinero con su familia para pagar impuestos y regalar a huérfanos, aunque usaría la mitad para sí misma para vivir en una gran casa en Los Ángeles o Hawái.