Las perlas se forman cuando una ostra sufre una herida, como la entrada de un grano de arena en su interior. La ostra cubre la sustancia extraña con capas de nácar para protegerse, formando así una perla. Del mismo modo, las personas pueden cubrir sus heridas emocionales con capas de amor para sanar en lugar de alimentar resentimientos. Producir "perlas" requiere perdonar y dejar atrás el dolor para transformarlo en amor.