Los manglares almacenan grandes cantidades de carbono y juegan un papel importante como sumideros de carbono, absorbiendo más CO2 que muchos bosques tropicales. Sin embargo, los manglares se han reducido a la mitad en los últimos 50 años debido a la destrucción, lo que libera grandes emisiones de gases de efecto invernadero. Además de absorber carbono, los manglares proporcionan otros servicios de los ecosistemas como protección contra huracanes, hábitat para la pesca y producción de materia orgánica.