El documento critica a las administraciones de centro-izquierda por la irresponsable expansión urbana y la falta de inversión e iniciativas para el centro histórico durante los últimos 40 años. El autor afirma que los mismos protagonistas, con la complicidad de títeres serviles, ahora intentan encubrir sus errores a través de la censura y la propaganda, comportándose más como una dictadura que como una democracia.