La impunidad permite que la corrupción se arraigue en la sociedad al no castigarse los actos anómalos. La ciudadanía se rebeló contra la corrupción estructural en el municipio de Riobamba y exigió la remoción de funcionarios, pero el proceso ha sido lento. La corrupción está enquistada en la estructura municipal desde hace años en diferentes administraciones, no solo en la actual. La vigilancia contra la corrupción debe continuar para evitar que se vuelva a enraizar.