Los factores culturales y tecnológicos que han afectado el desarrollo de la vida sexual incluyen la información disponible sobre la sexualidad, los métodos anticonceptivos y las experiencias sexuales virtuales a través de internet. Si bien esta información y estas tecnologías han permitido una mayor prevención de enfermedades y embarazos no deseados, también han llevado a algunos jóvenes a asumir el cibersexo y conversaciones sexuales en línea como algo normal.