La ingeniería de los antiguos etruscos, griegos y romanos sentó las bases para la ingeniería moderna a través de sus avances en embalses, logística civil e industrial, construcción de centros de comercio y fuentes públicas, y sistemas de irrigación y suministro de agua. Utilizaron mano de obra esclava y materiales como la grava para construir grandes obras como grúas, fortalezas, caminos, centros comerciales, puentes, acueductos y armas que perdurarían durante siglos.