Proponen la eliminación del Consejo de la Magistratura
Mapuches en defensa de copahue
1. Mapuches en defensa del Copahue
Página 12 26 de octubre 2012
Representantes de la comunidad mapuche Huayquillán de Caviahue-
Copahue, Neuquén, solicitaron a las autoridades del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID) que rechace la financiación para
una planta de geotermia minera que produciría electricidad a través
de la extracción de vapores subterráneos y que sería emplazada
sobre el volcán Copahue. El fundamento parte de su cosmovisión:
“Afectaría la integridad cultural de la comunidad”, advierten, por la
vinculación que mantienen con el pillán (volcán o espíritu, en
mapuche). “Es lo mismo que quieran hacerlo en el Santo Sepulcro”,
graficó el abogado de la comunidad, Cristian Hendrickse. En el
petitorio presentado apelan a la normativa interna del banco que
apunta a respetar la decisión de las comunidades y a la concepción
de “propiedad” de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
La comunidad Huayquillán vive entre las localidades de Caviahue y
Copahue, separadas por 20 kilómetros de paisaje cordillerano y
aguas termales, donde viven unas 600 personas. Durante el invierno,
permanecen en Caviahue. En la “veranada”, como la llaman, en
Copahue, para aprovechar la fertilidad de la tierra y sembrar. Earth
Heat Resources, una empresa con sede en Australia, se instalaría ahí,
en 1400 hectáreas que el gobierno neuquino le concesionó a través
de la Agencia para la Promoción de Inversiones. El terreno pertenece
al Parque Provincial Copahue, un área protegida y declarada en
emergencia ambiental. El BID aportaría el 70 por ciento del
presupuesto para la obra. Y, según indica la página web de la
2. empresa, abastecería parte de la provincia y al proyecto minero
Pachón, en San Juan, también rechazado por comunidades indígenas
y asambleas de vecinos.
Hendrickse llegó a la capital porteña junto al Lonko Pedro
Huayquillán, Adrián González y Paula Kubli, para una reunión con
Alberto Levy, especialista en geotermia del BID. Desde la entidad
informaron que la evaluación del proyecto podría demorar unos dos
años.
Los dirigentes de la comunidad sostienen que es “inadmisible la
viabilidad sociocultural” del proyecto. Y solicitan que se tenga en
cuenta la resolución del trahún (asamblea), que rechaza “cualquier
proyecto de exploración o explotación de vapores endógenos del
volcán”. “Todo está en riesgo y el volcán ya se manifestó”, contó
Pedro con el ceño fruncido. Para ellos, el proyecto representa un
“desafío al volcán”: “Cuando tiene problemas una comunidad, se
manifiesta el pillán y repercute en las demás comunidades”, explicó.
Además, apelaron a las salvaguardias de la Política Operativa Sobre
Pueblos Indígenas que el BID establece a la hora de financiar un
proyecto. Una de las cláusulas señala que la entidad “requerirá
evidencia de que el proponente del proyecto ha llegado a acuerdos
satisfactorios y debidamente documentados con los pueblos afectados
o se ha tenido su consentimiento”. Lo que los habitantes se niegan a
dar. Por último, explican que la Corte Interamericana considera que
para las comunidades la tierra es “un elemento material y espiritual
del que deben gozar plenamente”.
Informe: Carla Perelló.