La autora expresa que la alegría de vivir es el mejor medicamento para la belleza. Describe sentir alegría de vivir en Colombia, un país extraordinario con montañas, aromas, paisajes y gente con gran corazón. Actualmente se encuentra en una residencia rodeada de naturaleza con una capilla dedicada a Nuestra Señora que llena de amor a quienes la visitan. Concluye deseando alegría de vivir para Colombia, para el lugar donde se encuentra y para transmitir esta alegría al planeta uniendo las manos.