El metro de Estocolmo tiene 7 líneas decoradas con obras de arte que lo convierten en la "galería de arte más larga del mundo". Más de 150 artistas han contribuido con frescos, esculturas, pinturas e incrustaciones que integran el arte a la arquitectura de más de 100 estaciones de manera creativa y colorida. Algunas estaciones exhiben la roca natural del túnel como parte de su decoración, ofreciendo una experiencia inmersiva y espectacular a los pasajeros.