Paola ayudó a una mendiga ofreciéndole un poco de comida en su trabajo, a pesar de que podría meterse en problemas. Más tarde, la mendiga regresó vestida elegante y le ofreció un mejor trabajo a Paola en Nueva York. Valeria salió con amigos y se emborrachó con ron. Su amigo la llevó a casa dormida, donde tuvo que sobornar a policías y pedir ayuda a un taxista para arrancar su auto. Solo escuchaba los ronquidos de Valeria durante el viaje.