El poema anima al lector a celebrar la vida en cada segundo, a no rendirse ante los sueños, a pensar libremente y ayudar a los demás. También insta a luchar por lo que se quiere de forma paciente, a no aferrarse a nada porque nada es para siempre en este mundo. Finalmente, pide gritar contra el odio y la mentira, ya que la guerra es muerte y la paz es vida.