Este documento discute la voluntad permisiva de Dios versus su voluntad perfecta. Indica que cuando insistimos demasiado en nuestros propios deseos, podemos obtener la voluntad permisiva de Dios, la cual trae más luchas y sufrimiento que la voluntad perfecta de Dios. Exhorta a orar para conocer la voluntad perfecta de Dios y tomar decisiones que guíen a nuestra familia a una vida de obediencia a Dios y alejamiento del pecado.

1. La Voluntad Permisiva de Dios
Por: Pastor Miguel Arrázola
En 1 Samuel 8, la Biblia nos habla de ciertos aspectos de la vida del profeta
Samuel y el Israel de aquel entonces. Dios ungía a reyes y sacerdotes, y aún
cuando Samuel era un ungido de Dios, sus hijos se pervirtieron tras la avaricia,
alejados de los caminos que su padre. Por lo tanto, el pueblo le pidió al profeta
que le diera por rey un hombre diferente a sus hijos, una monarquía tal como
vivían las demás naciones. Orando Samuel a Dios expuso este caso, y el
Señor le dijo que no lo estaban rechazando a él como profeta y líder del
pueblo, sino a Dios mismo. Y además, Dios le mostró a Samuel la manera
como el pueblo iba a ser tratado por ese rey.
Dios si insistimos mucho en nuestros caprichos podemos obtener la voluntad
permisiva de Dios, la cual no es la perfecta voluntad de Dios y que nos trae
más lucha, sufrimiento y dolor.
Por eso se hace necesario pedirle a Dios conforme a su perfecta voluntad,
porque es buena y agradable. Fuimos creados para hacer la voluntad perfecta
de Dios pidámosle a Dios estar en el tiempo y el sitio correcto.
El libro de Rut en el capitulo 1 nos muestra cómo nos salimos de la voluntad de
Dios, Elimelec dejó la tierra del pan y se fue con los moabitas, las malas
decisiones afectan nuestra descendencia, cuidado padres de familia con sacar
a tus hijos de la Iglesia por irte a otro lugar a ganar un poco más, cuidado con
sacrificar lo espiritual por lo material. Dios libró tu alma de culpa, te sanó de
enfermedad, restauró tu hogar a través de esta Iglesia no te alejes de ella para
que no padezcas o perezcas.
Tu futura esposa está aquí en la Iglesia, trabajando en la visión. No te unas en
yugo desigual para que no pases frustración, y aflicciones. Ora a Dios para
saber cual es la voluntad de El para ti.
Cuando estás en la voluntad permisiva te cuesta más tiempo ser bendecido, no
emprendas negocios sin Dios, no emprendas negocios solo por codicia, no te
vuelvas irreconocible, si eliges mal el lugar donde tus hijos han de vivir
acabarás por perder a tu familia. Las decisiones tomadas sean buenas o malas
afectan a tu familia. Las circunstancias no te pueden guiar, la necesidad no te
puede guiar, que te guíe solo el Espíritu Santo, quien no contradice la Palabra
de Dios ni la voluntad perfecta de Dios.
No te puedes guiar por lo que ves, ni por la presión de grupo como le pasó a
Saúl en 1 Samuel 15:1-3, cuando le recomendaron a Saúl hacer lo que
supuestamente era la voluntad de Dios, haciendo totalmente lo, perdonando el
pueblo lo mejor de las ovejas, cuando Dios quería que todas fuera muertas. La
voluntad de Dios siempre es buena. Ten carácter. La voluntad de Dios nos
embellece y rejuvenece.

2. 2 Samuel 13:1 dice que cuando Amnóm se enamoró de Tamar su media
hermana, y siguiendo los consejos de un mal amigo, creó todo un montaje con
el objetivo de forzar Tamar a tener relaciones con él. Luego de haber hecho
este acto vergonzoso, el odio con que la aborreció fue mayor que el amor que
sintió inicialmente por ella, así pasa con las relaciones prematrimoniales
después del placer viene la falta de valor, dejando heridas para toda la vida.
Dios te puso su Palabra para evitarte dolores. Esas parejas alcanzan
misericordia cuando el Señor les ministra, produciendo restauración.
No hagas caso a aquellos que te quieren alejar de tu Iglesia que es la voluntad
de Dios, si en tu Iglesia no hay normas, reglas o mandamientos para llevar una
vida victoriosa en Cristo Jesús entonces si sal de ella, pero en Rios de Vida si
se hacen las cosas acordes a la voluntad perfecta de Dios, tal como está
escrito en su Palabra. Escucha pastores ungidos que van adelante. Cuidado
con quien escuchas, para que no vivas la amargura de quienes no hacen la
perfecta voluntad de Dios.