Los modelos de calidad fijos siempre utilizan los mismos factores de calidad, lo que permite su reutilización pero asume que esos factores serán suficientes para cualquier evaluación. Estos modelos se basan en un inventario predefinido de factores de calidad de los que se selecciona un subconjunto para cada evaluación de producto. Algunos ejemplos de modelos de calidad fijos son el modelo de McCall, Richards y Walters, el modelo de Bohem y el modelo FURPS.