El documento analiza las tasas de mortalidad infantil en diferentes países según un estudio de 2002. Sierra Leone tuvo la tasa más alta con 165 muertes de niños por cada 1000 nacidos, mientras que Leland tuvo la tasa más baja con solo 3 muertes. Los países con mayor extensión territorial y menor inversión social tienden a tener tasas de mortalidad infantil más altas, mientras que países más pequeños con mayor apoyo social suelen tener tasas más bajas.