Este documento define la música independiente como aquella que no está ligada a la industria musical comercial, sino que se hace con una vocación puramente artística. Explica que durante los años 80, además del boom del rock cantado en español, empezó a surgir un movimiento autóctono independiente en ciudades ecuatorianas como Quito, Guayaquil y Ambato, con conciertos autogestionados anunciados por afiches y donde las bandas no cobraban, sino que colaboraban para cubrir costos.