En China, las tradiciones ponen gran presión sobre las mujeres, quienes a menudo son tratadas como propiedad de sus familias y esposos. La preferencia por los hijos varones ha llevado a millones de abortos selectivos por sexo y una escasez de mujeres, lo que amenaza el futuro del matrimonio para muchos hombres. Esta situación, junto con las expectativas de casarse y someterse a una nueva familia, ha causado altos índices de depresión y suicidio entre las mujeres rurales. La ciudad ofrece a algunas mujeres más independencia