Un joven estudiante pobre recibió un vaso de leche de una mujer amable cuando sólo le quedaba una moneda. Años después, cuando la mujer enfermó gravemente, el mismo joven, que se había convertido en el doctor Howard Kelly, la atendió en el hospital y pagó sus gastos médicos, recordando que su deuda había sido saldada hace mucho con ese vaso de leche.