El documento argumenta que nadie puede ofender a otra persona, sino que la ofensa proviene de las propias expectativas que se tienen sobre cómo deberían comportarse los demás. Sostiene que estas expectativas son producto de ideas aprendidas desde la infancia y no reflejan la realidad. También afirma que las personas no nos pertenecen y debemos aceptarlas tal como son, en lugar de juzgarlas por no cumplir con nuestras expectativas sobre ellas. Finalmente, propone varios pasos para perdonar y dejar de sentirse ofend