Un juez federal prohibió al gobierno de Estados Unidos obligar a los migrantes centroamericanos a esperar en México mientras se procesan sus solicitudes de asilo. La política afectó a más de 300 personas y obligaba a los solicitantes de asilo a permanecer en México en lugar de esperar en Estados Unidos. La orden judicial impide aplicar esta política que ha sido criticada por poner en riesgo la vida de los solicitantes de asilo y restringir su debido proceso.