Este poema describe a Jesús en su camino hacia el calvario, llevando la cruz a cuestas y con su rostro ensangrentado y coronado de espinas. A pesar del dolor que sufre, los ojos de Jesús transmiten paz, perdón y comprensión hacia quienes creen en él. El poema expresa la confianza y esperanza que el autor deposita en Jesús a pesar de su sufrimiento.