La obra Don Álvaro o la fuerza del sino de Ángel de Saavedra, duque de Rivas, trata de un joven noble llamado Don Álvaro que se enamora de Leonor, hija de un marqués. El marqués se opone a su relación. Don Álvaro y Leonor intentan huir juntos pero son sorprendidos por el marqués. En la confusión, el marqués muere y Don Álvaro y Leonor creen que el otro también ha muerto. Ambos pasan años separados sufriendo, hasta que se reenc
1. Ángel de Saavedra, duque de Rivas
Don Álvaro o la fuerza del sino, cuya primera representación tuvo lugar
en Madrid en 1835. El libro se divide en las cinco jornadas tradicionales
del romanticismo teatral. Estas cinco jornadas se dividen en escenas de
la siguiente manera:
I jornada: ocho escenas.
II jornada: ocho escenas.
III jornada: nueve escenas.
IV jornada: ocho escenas.
V jornada: once escenas.
La última jornada es la más aparatosa ya que el autor utiliza tantas
escenas para mostrarnos los diferentes lugares en los que se desarrolla la
jornada que acabará en tragedia.
Los personajes principales son:
- Don Álvaro. Es un caballero rico, aficionado al toreo. Es un buen
hombre, gentil, generoso, amistoso y formal, gallardo y valiente. Pesimista,
dramático.
- Doña Leonor. Hija del marqués de Calatrava, es muy “padrera”. Le
importan mucho las opiniones externas, es de personalidad débil,
sensible, miedosa e indecisa. Exaltada, nerviosa y de aspecto y modales
refinados, de belleza impactante.
- Don Carlos. Hijo del marqués de Calatrava. Hombre rumboso y
aficionado a las cartas. De personalidad prepotente, con aires de
superioridad, tramposo en el juego, violento y vengativo, además de
hipócrita.
La obra más importante de este autor es Don Álvaro o la fuerza del sino.
Trata de un joven de origen desconocido, lleno de virtudes, valiente y
rico, llega a Sevilla y se enamora de Leonor, hija del soberbio marqués de
Calatrava quien se opone al matrimonio, por lo cual don Álvaro
convence a su amada para huir y casarse con él.
La misma noche en que se disponen a consumar sus planes, los
enamorados son sorprendidos por el marqués. Don Álvaro rinde su pistola
en señal de sumisión y acatamiento, pero el arma se dispara
accidentalmente. El marqués cae herido y muere maldiciendo a su hija.
En la confusión del momento, don Álvaro y Leonor se separan, creyendo
los dos que el otro ha muerto a manos de los criados del marqués.
Los jóvenes huyen, pero en el camino los criados de ambos bandos se
traban en combate. Don Álvaro es herido gravemente y pierde el
sentido, pero un sirviente suyo, lo salva y lleva a lugar seguro. Aquí, en un
pleito, salva a don Carlos, hermano de Leonor.
El joven, creyendo muerta a Leonor en la refriega, desesperado y
2. buscando la muerte, se enlista con nombre falso en las filas que
combaten en Italia.
Leonor, mientras tanto, luego de aquella terrible noche, permanece
oculta durante un año en casa de una tía. Más tarde, huye vestida de
hombre y hace vida de ermitaña penitente en un desierto, al amparo de
un convento de frailes.
Han pasado ya cuatro años. Atormentado por la culpa, regresa a España
y se refugia en un monasterio, situado junto a la ermita donde se había
refugiado Leonor. El último de los hijos del marqués lo encuentra después
de mucho buscar. Don Alfonso (así se llama el otro hijo del marqués)
vuelve a retar a don Álvaro, quien hace todo lo posible por evitar batirse
en duelo. Alfonso, ya conoce el verdadero origen de don Álvaro, lo cual
no impide sus intenciones de matarlo. Álvaro le hiere de muerte y Leonor
sale de su ermita al escuchar mucho alboroto y cuando ve a su
hermano, se abalanza sobre su cuerpo maltrecho, momento en el cual
Don Alfonso aprovecha para clavarle un puñal. Don Álvaro histérico, se
da cuenta de que su amada estaba viva y que justo cuando la ha vuelto
a ver, la han matado. Finalmente, Don Álvaro se quita la vida
precipitándose por un acantilado.