El documento habla sobre cómo Dios creó originalmente al hombre y a la mujer sin manos, pero luego las modeló para cada uno, más fuertes para el hombre y más delicadas para la mujer. Explica que Jesús tomó forma humana para enseñar a usar las manos para bendecir, curar, dar y expresar amor. Finalmente, anima al lector a seguir el ejemplo de Jesús usando sus manos para orar, consolar, ayudar y expresar amor durante el año escolar.