La oración de las manos propone atar las manos de los participantes para reflexionar sobre el significado y el uso de las manos. A través de lecturas y reflexiones, se habla de la importancia de usar las manos para ayudar a los demás y comprometerse con la justicia social. Finalmente, los participantes se van liberando las manos unos a otros como símbolo de su compromiso para servir a los demás con amor.

1. Oración de las manos (Encuentro MJD, 18/02/2017)
Preámbulo
El encuentro del MJD de este febrero tiene como tema central el compromiso social y político
del cristiano. Los talleres irán enfocados a este tema y hemos decidido hacer una oración que
materialice los valores clave (compromiso, acción...) desde lo sentimental y lo humano.
Introducción
Cuando entremos a la sala de oración, ataremos las dos manos de todos los participantes (sin
que aprete, porque van a estar bastante tiempo y se trata de un gesto, de que tengan presente
cierta falta de movilidad). En una pared se estará proyectando un vídeo en el que se ven unas
manos haciendo una figura de papiroflexia en bucle.
Cuando todo el mundo se haya sentado (en círculo, dejando el lado de la proyección libre),
pondremos ‘El Viaje’ (https://www.youtube.com/watch?v=wBZzlDKBONg)
Luego, se lee el siguiente texto en voz alta:
¿Para qué sirven las manos? ¿Os habíais parado alguna vez a pensarlo?
Con la mano apretamos por primera vez el dedo de nuestros padres al nacer, aprendemos a
coger firmemente la cuchara para comer, y utilizamos el lápiz para escribir.
Nos pringamos las manos para pintar, y sentimos los granos de arena al construir castillos en la
playa. Aprendemos a atarnos los cordones para no caer, nos apuntamos cosas que tenemos que
recordar...
Con una mano se puede pegar el golpe más brutal o tocar la melodía más bella
¿Para qué sirven las manos? ¿Os habiáis parado alguna a pensarlo?
Reflexión 1 y tiempo de silencio
Se hace una reflexión sobre la importancia de nuestras manos, las acciones que conllevan
nuestras manos en nuestra rutina... Nos podemos imaginar, por ejemplo, que con las manos
atadas como las llevan ahora, no pueden dar un abrazo, ni ayudar a quién lo necesite, ni celebrar
algo, ni dar una palmadita en la espalda... Dicen tanto las manos y lo que hacemos con ellas...
¿Y tú, para qué utilizas las manos? ¿A veces las escondes o las utilizas solo para ti? ¿Tus manos
sirven para unir otras o para desunir cosas? (Esto se desarrollará en la misma oración, en plan
impro)
Se dejan cinco minutos de reflexión con música de ambiente.
Reflexión 2 y gesto
La siguiente reflexión se hace con las manos aún atadas. Se habla de la liberación. Cuánto tiempo
sin darnos cuenta de la importancia de nuestras manos, y ahora las echamos tanto en falta...
¿Queréis liberaros?
El amor de Dios libera, pero este solo siente a través de las personas, y solo tiene sentido si va
acompañado de un compromiso de vida. La liberación que vamos a hacer ahora es un simple
gesto, que sirve como metáfora a vuestro compromiso con las personas, con la sociedad, con el
mundo en el que vivimos.

2. El primero (será uno de nosotros), se acercará a una vela que esté en el centro del círculo, y dirá:
“Yo estoy dispuesto a liberarme y a trabajar por los demás”. Y desde su liberación, irá a otra
persona con unas tijeras y le cortará la cuerda que une sus manos. Será la hora de compartir en
cadena: cuando te liberan, te dan las tijeras, compartes o un compromiso de tu día a día o cómo
te sientes ahora que has sido liberado. Cuando hagan eso, se podrán levantar, elegir a alguien
para liberar, y así sucesivamente.
Lectura y conclusión
Cuando todo el mundo se haya liberado, dejamos otro momento de silencio y leemos Juan 13,
33-35.
Os doy un mandamiento nuevo: que os améis los unos a los otros. Que como yo os he amado,
así también os améris unos a otros. En esto reconocerán todos que sois mis discípulos, en que
os amáis unos a otros.
Como conclusión, animamos a la gente a que utilicen sus manos para llenar el mundo de
solidaridad, acción y amor.