La música de la prehistoria se originó a través del canto humano y la expresión corporal, probablemente al mismo tiempo que el lenguaje. Los primeros instrumentos musicales consistían en objetos que producían ruidos, como huesos, y evolucionaron para imitar sonidos de la naturaleza. Aunque los restos arqueológicos son escasos, se han encontrado flautas y silbatos de hueso en varias partes de Europa que demuestran el origen antiguo de la música.