Pablo César Borrás planeó y llevó a cabo el asesinato de cuatro personas en una estancia en Uruguay en 2008, motivado por la ambición y la venganza. Fue condenado a 45 años de prisión por asesinar a su abuela, su prima embarazada, un empleado y un peón anciano luego de que su plan de robar $200,000 fallara. Sus cómplices también fueron condenados por su participación en los homicidios.