Jesús le pide al Padre que proteja a sus discípulos del maligno y los santifique mediante su palabra, ya que él los envió al mundo como el Padre lo envió a él. Jesús también ora no solo por sus discípulos sino por todos los que crean en él a través de su palabra, para que todos sean uno como el Padre y él son uno.

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2. NO TE PIDO QUE LOS SAQUES DEL MUNDO, PERO SÍ
QUE LOS DEFIENDAS DEL MALIGNO.
ELLOS NO SON DEL MUNDO, COMO TAMPOCO YO SOY
DEL MUNDO. HAZLOS SANTOS SEGÚN LA VERDAD: TU
PALABRA ES LA VERDAD.
JUAN 17:15-17

3. ASÍ COMO TÚ ME ENVIASTE AL MUNDO, ASÍ YO
TAMBIÉN LOS ENVÍO AL MUNDO, Y POR ELLOS VOY AL
SACRIFICIO QUE ME HACE SANTO, PARA QUE ELLOS
TAMBIÉN SEAN VERDADERAMENTE SANTOS.
JUAN 17:18-19

4. NO RUEGO SOLAMENTE POR ELLOS, SINO TAMBIÉN
POR TODOS AQUELLOS QUE POR SU PALABRA
CREERÁN EN MÍ. QUE TODOS SEAN UNO COMO TÚ,
PADRE, ESTÁS EN MÍ, Y YO EN TI. SEAN TAMBIÉN UNO
EN NOSOTROS: ASÍ EL MUNDO CREERÁ QUE TÚ ME
HAS ENVIADO.
JUAN 17:20-21