Un hombre de Pasto se fue a vivir a España y dejó a su esposa María en Pasto. María le pidió que le enviara esperma por correo para quedar embarazada, y él lo hizo. Esto se repitió durante 10 años, resultando en 5 hijos. Cansado de enviar esperma, envió una mezcla de maicena, clara de huevo y leche, y María le confirmó que estaba embarazada. El hombre se dio cuenta de que había inventado un sustituto del esperma.