El peinado de la novia es una parte importante de su aspecto el día de la boda junto con el maquillaje y el vestido. La estilista debe considerar varios factores como el estilo del vestido, la forma de la cara de la novia, y el estilo personal de la novia para decidir el peinado apropiado que permanezca intacto durante toda la noche.

1.
6. PELUQUERÍA.
La peluquería es otra
parte importante del
look de la novia pues,
junto con el maquillaje
y el vestido, deben
permanecer intactos
toda la noche.
La estilista para esta
ocasión, deberá tener
muchos aspectos en
cuenta antes de
decidir qué tipo de
peinado lucirá la novia
el día de su boda.
Para ello, debemos de analizar los siguientes aspectos:
a. Vestido: no es lo mismo llevar un vestido de novia de manga
larga con escote corazón que uno palabra de honor, pues el corte
del mismo influye a la hora del peinado. Así, para un corte, por
ejemplo, como el indicado anteriormente, manga larga con
escote corazón, realizaremos un recogido completo en forma de
cascada con algunos mechones sueltos. Para un palabra de
honor, podemos rizar la melena y crear bucles y colocar
pequeñas flores por todo el cabello.
b. Rostro de la novia: para un rostro alargado, por ejemplo, no
queda bien una melena suelta lisa, pues alarga aún más la cara.
Buscamos una armonía en todo el conjunto. Para este tipo de
rostro, realizaremos un recogido a media altura sin flequillo, para
que redondee un poco más la cara.

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c. Estilo de la novia o temática: si la novia es más moderna,
podemos optar por un recogido alto, para las más flamencas
haremos un moño bajo a un lateral o para las más hippies una
melena suelta con una diadema de flores blancas.
d. Gustos: va a ser lo que prime por encima de todo a la hora de
peinar a la novia. Todo lo demás se evade cuando es la novia la
que impone su propia personalidad, gustos y actitudes. El
estilista tiene la obligación de aconsejar lo que mejor le sentará
en función de su vestido, rostro y estilo, pero es ella quien tiene
la última palabra.