Los buenos investigadores reconocen vacíos en la investigación, saben qué es lo que buscan y cuando la calidad es importante. Generan mejores búsquedas, usan andamiaje como diagramas de Venn, líneas de tiempo, diagramas de flujo y mapas conceptuales para organizar la información. Realizan valoraciones formativas para verificar su progreso en la investigación.