El poema describe el encuentro de tres perros vagabundos. Dos perros vagabundos andaban por el mundo y el prado respectivamente ladrando "¡Guau!, ¡guau!". Luego apareció un perro elegante con collar y abrigo que decía "¡Miau!, ¡miau!" en lugar de ladrar, alegando que podía hablar otros idiomas además del ladrido.