El documento resume tres dichos del Talmud sobre la mujer. Primero, advierte evitar hacer llorar a una mujer porque Dios cuenta sus lágrimas. Luego explica que la mujer fue creada de la costilla del hombre para ser igual, no inferior ni superior. Finalmente, concluye que la mujer fue puesta debajo del brazo del hombre para ser protegida y cerca de su corazón para ser amada, y que las mujeres son especiales.