El documento habla sobre las primeras semanas después del nacimiento de un bebé, las cuales son como un desierto poblado de sensaciones nuevas y monstruos como el hambre. Aunque el hambre física es dolorosa, lo que más angustia al bebé es la novedad de las sensaciones y sentirse solo. Para calmar esta angustia, no basta solo con alimentar al bebé con leche, sino que también se debe tomarlo en brazos, acariciarlo, acunarlo y masajearlo, hablándole a su piel y