Una de cada cinco adolescentes ecuatorianas están embarazadas o en relaciones sexuales riesgosas. A pesar de que la mayoría conocen métodos anticonceptivos, solo el 20% los usa. Ecuador tiene una de las tasas más altas de maternidad adolescente en Latinoamérica, lo que causa problemas biológicos, psicológicos y sociales. Muchos adolescentes se sienten obligados a casarse por presiones familiares tras quedar embarazados, lo que a menudo conduce a divorcios tempranos.
1. Una de cada cinco adolescentes ecuatorianas están casadas, unidas o mantiene relaciones sexuales con riesgo de concepción. La mayoría de ellas habrán estado bailando o jugando mientras ya tenían un hijo en el vientre.<br />left1005205De cada 10 niños que nacen en el país uno es hijo de una adolescente. La edad promedio de la mujer en el nacimiento de su primer hijo es 18 años. Los adolescentes constituyen el 23 por ciento de las mujeres ecuatorianas en edad fértil. A pesar de que el 86% de las adolescentes expuestas a riesgo de embarazo conoce algún método anticonceptivo, solamente el 20% lo utiliza.<br />El Ecuador, junto a México, tiene una de las mas altas cifras de Latinoamérica con respecto a la maternidad en las adolescentes, estas cifras, otorgadas por diversas investigaciones, comprueban la magnitud de este problema en nuestro país; considerado problema no solo por los riesgos biológicos y las repercusiones psicológicas de la maternidad en un adolescente, sino por la implicación social que éste conlleva.<br />Una enredada red:<br />Se enamoran, se ilusionan, tienen relaciones sexuales, no se cuidan, ella queda embarazada, conversa con sus padres-porque no hay otro remedio-se desata la tragedia familiar, se casan o los casan, nace el niño, discusiones y frustraciones, después de un tiempo se separan o divorcian.<br />Una joven desorientada, un joven desorientado, un niño…Una enredada red, tan común, ¿quién no lo ha vivido de cerca?.<br />En la mayoría de embarazos prematuros, los adolescentes se ven obligados a unirse legalmente por presiones familiares. Esto desencadena en crisis cuando una o ambas partes no lo desean, o se arrepienten más tarde. A veces el par de adolescentes después de haber firmado en el Registro Civil regresan a su casa y nunca viven juntos. Frecuentemente, pasados uno o dos años, la incomprensión es tal que la separación o el divorcio es acudido como único recurso. La abuela deberá encargarse del niño, mientras los jóvenes cumplen-por fin- las actividades características de su etapa .<br />Sin embargo, la existencia del niño ya habrá marcado a los jóvenes padres, pero mucho más a la madre, por razones culturales de nuestra sociedad, como prejuicios, discriminaciones y persecuciones sociales, además del obstáculo para su normal desarrollo de aprendizaje escolar y vivencial. Es muy probable, además, que muchas de estas adolescentes recurran al aborto, que, aunque no está legalizado en nuestro país, es muy frecuente. <br />