La escuela enfrenta el desafío de fomentar la fascinación y el entusiasmo por el conocimiento en las nuevas generaciones a través de las nuevas prácticas y la cultura digital de los jóvenes. El documento cita a Dussel (2010) discutiendo este desafío y la necesidad de que la escuela aprenda de las formas en que los jóvenes se divierten e interactúan a través de la tecnología.