Los caballeros originalmente no necesitaban ser nobles, sino tener caballos y armas para participar en guerras a cambio de privilegios de los reyes. Más tarde, se requirió ser noble por tres generaciones de madre o padre para ser caballero. Los niños servían como pajes a los 14 años y como escuderos a los 20 años tenían derecho a ser nombrados caballeros tras ayunar, confesar y otras tradiciones religiosas la víspera.