La profesora Tatiana Burga Ghersi recuerda su primera clase de estadística, donde su decano le deseó suerte y ella, por los nervios, le respondió que deseara suerte a los estudiantes en su lugar. Durante la clase, vio algo negro en el suelo que la asustó, pero continuó enseñando para no preocupar a los estudiantes. Resultó ser solo un ratón de plástico.