Felipe Montero visita la gran casona de la ciudad de México donde descubre que la verdadera razón de su presencia es liberar a la sobrina de Consuelo de su yugo. Cosas extrañas ocurren en la casa, dejando a Felipe lleno de preguntas y desconcertado. Al besar a Aura en la oscura habitación, Felipe descubre con horror que en realidad es una anciana en mal estado cuando la luz revela sus cabellos blancos y dientes podridos.