El documento describe un jardín de infantes como un lugar mágico para que los niños exploren, aprendan y crezcan en un ambiente estimulante y lleno de amor, donde pueden construir conocimientos y habilidades. Se enfatiza que educar a un niño es enseñarle a valerse por sí mismo y ayudarlo a crecer como un árbol en el jardín de la vida. El objetivo es que los niños obtengan las raíces y las alas para continuar su camino de la alegría.