2. Al igual que los humanos, los Dioses Tambien no olvian su primer amor, eso le paso a Apolo quien se habia enamorado de una ninfa llamada dafne.
Apolo era el dios de la poesía y la música, apolo desde que venció a la serpiente Piton al lanzar una lluvia de flechas y derrotarlo, se volvio terriblemete orgulloso, y
siempre estaba presumiendo acerca de su gran victoria y siempre decia: -soy el mejor arquero del mundo-
|Apolo y Dafne
Un dia de esos se encontro a Eros el Dios del amor y termino discutendo con el ,Como Eros era muy pequeño como un niño no podia utilizar
un arco de tamaño normal, sino que uno mas pequeño, esto hizo que apolo empezara a aburlarse de el y despreciar el poder del arco de
Eros, esto enfurecio demasiado a Eros y le dijo: -¡Recordaras toda tu vida este momento!- , -¡Juro por el padre Zeus que tendras tu
merecido!-grito desde el Cielo.
Eros cumplio su amenaza y para vengarse de Apolo se valio del arma que mejor conocia: el amor. Ese mismo dia Eros lanzo dos flechas desde
el aire, una de oro y otra de hierro. La de oro servia tenia punta de diamante y servia para enamorar y se la lanzo a Apolo, y la de hierro tenia
punta de plomo el cual provocaba un rechazo absoluto del amor y se la lanzo a Dafne la ninfa mas hermosa de Tesalia.
Desde ese día Apolo no dejo de pensar en Dafne y empezo a cortejarla, pero a diferencia de Apolo, Dafne no queria saber nada de el y cada vez que lo
veia echaba a correr o se escondia entre los arboles. Sin embargo un dia de esos no logro huir de el y Apolo aprovecho para pedirle matrimonio, a lo
que Dafne sin pensarlo se nego.
A pesar de su respuesta negativa Apolo no perdia la ezperanza ni parecia disgustado, mientras miraba a Dafne con detalle, ella percato en los ojos
de Apolo una obsession la cual la asusto y echo a correr por el bosque, cuando creyo haberlo perdido, se le aparecio atras casi rozando su
hombro, en ese momento Dafne preferia morir a recibir un a caricia de Apolo… Entonces Dafne se percato de que se acercaban a las orillas del
rio Peneo y penso que alli se encontraria su unica salvación.
-¡Padre ayudame!- grito con todas sus fuerzas
Dafne era hija de Peneo, quien como todos lor rios tenia poderes divinos.
-¡Ayúdame, Padre, por Piedad!-repitio Dafne
Peneo llevaba un tiempo disgustado con su hija, porque ella se negaba acasarse y darle nietos, sin embargo no dudo en prestarle su ayuda, pues
la queria con toda su alma. Entonces la unica solución que encontro fue de despojarla de su forma humana entonces Dafne dejo de corer y una
fina costra cubrio su pecho y endurecio su vientre y desde ese mometno Dafne se convirtio en laurel.
Cuando Apolo vio lo sucedido empezo a llorar como un niño. Ya no importaba cuanto amor le ofreciera a Dafne ella nunca le podria
corresponder.
3. |El rapto de Europa
Europa, hija del rey Agenor, estaba un día en la playa con sus amigas cuando fue vista por Zeus, quien en seguida se sintió atraído por la belleza
de la joven. Para acercarse a la doncella sin levantar sospechas el dios se metamorfoseó en un toro blanco y resplandeciente: con esta forma
Zeus se acercó y sentó a los pies de la joven. Europa, temerosa en un principio por la presencia del animal, poco a poco fue cobrando confianza
y empezó a acariciarlo. Fue tanta la confianza que cogió que llegó a sentarse sobre el lomo del animal, el cual aprovechó la ocasión para
levantarse y adentrarse en el mar llevándose a la joven consigo, sentada en su lomo y aferrada a sus cuernos. A través del mar ambos llegan
hasta la isla de Creta, donde el dios y la mortal se unieron a la sombra de unos árboles que, en recuerdo de dicho acontecimiento, nunca
perderían sus hojas.
De este amor nacieron tres hijos: Minos, Sarpedón y Radamantis. Además, Europa recibió tres presentes: Talo , un
perro que no dejaba escapar ninguna presa y una jabalina que nunca fallaba el blanco. Después Zeus casó a Europa
con Asterión, rey de Creta, quien adoptó los hijos de Zeus por no tenerlos propios. Finalmente, el toro cuya forma
había adoptado Zeus se transformó en una constelación y pasó a ser un signo del Zodiaco.
4. |Perseo y la cabeza de Medusa
Zeus se quedó prendado de una joven Dánae, hija del rey de Argos, Acrisio, que vivía encerrada en la torre de un palacio, aislada del mundo. Al rey le habían profetizado que moriría a manos de un nieto suyo y encerró a su hija para que no
pudiese tener hijos.
Sin embargo, Zeus consiguió entrar en la torre y, una vez allí, se transformó en lluvia de oro y cayó suavemente sobre su pecho y su vientre para poder abrazarla sin que ella se diese cuenta de lo que sucedía.
Nueve meses después, Dánae dio a luz a su hijo al que puso por nombre Perseo. Acrisio que no pudo explicar en un primer momento cómo había podido suceder aquello, comenzó a comprender
que algo sobrenatural había ocurrido al darse cuenta que aquel niño estaba rodeado de un resplandor más propio de un dios.
- Este es el nieto que acabará conmigo, pensó Acrisio, debo matarle para salvar mi vida.
Sin embargo, Acrisio no tuvo el valor de darle muerte y embarcó al niño y a su madre en un cajón de madera que arrojó al mar para que los dioses decidiesen si debían vivir o morir.
Los dos estaban aterrados y vivieron aterrorizados en aquella caja durante cuarenta días y cuarenta noches, afrontando el fuerte oleaje, el cansancio y el hambre.
Por fin, el cajón llegó hasta la isla de Sérifos y allí les acogió el rey Polidectes. Perseo vivió allí hasta convertirse en un apuesto y valiente joven.
Sin embargo, Polidectes percibiendo el liderazgo de Perseo, comenzó a temer que le arrebatara el trono y decidió deshacerse de él. Tampoco se atrevió a matarle con
sus propias manos por lo que ideó otro plan.
Polidectes le dijo a Perseo que debía demostrar su valor y le pidió que le trajera la cabeza de Medusa. Medusa había sido una hermosa mujer, pero los dioses la castigaron
arrebatándole su belleza y convirtiéndola en uno de los monstruos más despiadados de la Tierra. Sus cabellos eran fieras serpientes, sus ojos eran negros abismos y sus
dientes podían desgarrar ferozmente a sus presas. Pero lo peor de todo era que, debido a un hechizo, Medusa convertía en piedra todo lo que miraba.
Perseo aceptó la misión pero, para su suerte, los dioses le ayudaron: Hermes le dio unas sandalias aladas para volar rápidamente hacia el lugar donde Moraba Medusa y una
hoz de diamante; Hades le da un casco alado que le da el poder de volverse invisible; y Atenea, le recomendó que nunca le mirara a los ojos y le regaló un escudo de bronce que
brillaba como un espejo.
Y así, Perseo se enfrentó al temible monstruo. Alzó su escudo y buscó el reflejo de Medusa en él para no mirarle a los ojos. Agarró la hoz y le asestó un duro golpe sobre el cuello
que le arrancó la cabeza. Luego la recogió sin mirarla, la guardó en un zurrón e inició su viaje de vuelta.
De regreso a la isla se encontró a una muchacha encadenada en un acantilado, se llamaba Andrómeda. Su padre, Poseidon, dios del mar, la ofrecía en sacrificio a un monstruo
marino para que dejara tranquilos a las gentes de aquel lugar. Perseo se ofreció a acabar con aquel monstruo y, tras una lucha encarnizada con el animal, a punto de perecer,
recordó que llevaba en su zurrón, su salvación. Agitó la cabeza de Medusa frente a la bestia y, al instante, se convirtió en una montaña de coral.
Perseo se casó con Andrómeda y con ella tuvo seis hijos. Volvió a Sérifos para entregarle a Polidectes la cabeza de medusa dentro de su zurrón. Pero, el rey no pudo evitar la
tentación de mirarla y, al hacerlo, quedó convertido en piedra, así como la multitud allí congregada.
Luego nombró a Dictis rey de Serifos, devolvió a Hermes las sandalias aladas y entregó la cabeza de Medusa a Atenea, quien la pondría en su escudo.
Después, decidió regresar a Argos, con Dánae y Andrómeda. Acrisio se enteró de aquello y huyó a Lárisa para presenciar unos juegos. Sin embargo, Perseo también
decidió acudir y participó en el lanzamiento de disco. La mala fortuna hizo que un mal golpe lanzara el disco contra Acrisio matándolo de inmediato y cumpliéndose así la
profecía. Debido a esta muerte accidental, Perseo no quiso gobernar Argos, su legítimo reino e intercambió con su tío Megapentes, rey de Tirinto, los reinos. Perseo se convirtió
así en rey de Tirinto y Megapentes de Argos.