Este documento describe la lucha personal del autor con la tartamudez y la disfemia, y cómo esto ha afectado su personalidad y capacidad para relacionarse con los demás. El autor comparte esto para liberarse de los pensamientos negativos y encontrar paz. Aunque ha orado por un milagro para hablar fluidamente, ahora busca a Dios no por lo que pueda darle, sino por lo que ya hizo en la cruz. El autor está aprendiendo a vivir feliz cada día, hablando bien o tartamudeando, y dejando que Dios moldee su vida

1. Una parte de mi…!!

2. El objetivo de compartir con ustedes esto que está
sucediendo en mi vida, es para demostrar que soy
una persona más, con miedos, inseguridades,
incertidumbre, y demás cosas, pero sobre todo para
liberarme de todo este pensamiento que invade mi
mente.
Se dice que: “EL HABLAR, EL COMPARTIR CON
ALGUIÉN LAS COSAS QUE ESTÁS PASANDO, TRAE
PAZ Y LIBERACIÓN”, y yo creo que sí; porque lo he
compartido con algunas personas y si me he sentido
un poco mejor y con más confianza conmigo misma.

3. Como ustedes ya se han dado cuenta, me cuesta
mucho hablar, para empezar soy TARTAMUDA,
tengo DISFEMIA, se me hace muy difícil hablar
fluidamente con alguna o varias personas, yo
quisiera darles una razón del por qué esto sucede,
pero la verdad es que no sé.
Y esto que ha sucedido durante mucho tiempo,
siento que de alguna forma ha influido en mí
personalidad, básicamente me he acostumbrado a
ser una persona muy cerrada.

4. No suelo contar ni las cosas buenas ni malas que me han
pasado, no comparto mis emociones ni sentimientos, no
me gusta hablar de mi vida personal, no suelo pedir ayuda,
trato de arreglar las cosas sola.
Y la verdad me cuesta mucho relacionarme con los demás
o tener conversaciones profundas, de hecho, me da cierta
ansiedad estar con personas alrededor, porque para mí es
como exponerme, sabiendo que se me dificulta hablar, mi
mente piensa que es un peligro estar alrededor de
personas, porque en cualquier momento me va a tocar
hablar, y ese pensamiento de que “no puedes, eres
tartamuda, no es lo tuyo hablar” me tiene ansiosa, me
atormentan y no me permite estar en paz.

5. Y profundizar cuando se trata de mí me pone un
poco sentimental, y siento que si estoy en un grupo,
y me escuchan leer o hablar, se preguntarán por qué
no hablo NORMALMENTE como los demás, y es ahí,
que hablar de mí, no me gusta, porque no quiero y
no me gusta que me vean llorar, porque esa no es mi
esencia, claro está, hay días en que sí, me encuentro
más sentimental, recuerdo las cosas que han pasado
o están pasando, y si me da ganas de llorar, pues
lloro, pero no es que pase todos los días llorando.

6. Pero ésta vez quise comentarlo con ustedes, porque
mis pensamientos no me dejan en paz, y muchas veces,
siento que no soy transparente y sincera.
La verdad yo estoy muy agradecida con ustedes, y
asimismo les pido que me tengan paciencia, como lo
han tenido en todo este tiempo, y que me sigan
ayudando cuando se me complica expresar alguna
palabra, como lo han venido haciendo.
Yo sé que tengo que cambiar muchas cosas,
empezando por mi manera de ser, mi personalidad, mi
actitud, y sobretodo mis pensamientos, pero créanme
que estoy trabajando en eso.

7. Por mucho tiempo le he estado pidiendo a Dios un
milagro, que me permita hablar fluidamente, y no ha
sucedido, y Dios tendrá sus razones. Y no por eso,
Dios sea malo, más bien en todo este proceso, he
conocido a Dios como un PADRE, yo sé que él tiene
poder para hacer y deshacer todo, y también sé, que
sus pensamientos son mucho más grandes que los
míos, y la verdad yo no estoy en capacidad de
entenderlos.

8. Quizás muchas cosas que me han sucedió sean
como consecuencia de mis propios miedos e
inseguridades, pero confío en Dios en que “TODO
lo que sucede es porque Dios lo PERMITE, y
asimismo, TODO obra para BIEN y Dios está en
CONTROL de TODO”.

9. Actualmente, no persigo un milagro como antes,
y no porque no crea en los milagros, sino porque
hay cosas que se van a dar en el tiempo de Dios.
Mi oración ahora es que Dios sane mi corazón y
que me enseñe a vivir feliz cada día, sea hablando
bien o tartamudeando.
Quiero buscar a Dios no por lo que Él me pueda
dar, sino por lo que Él es, y por lo que ya hizo en
la cruz por cada uno de nosotros.

10. Estoy aprendiendo a vivir, hay días que me
levanto con todas las energías, pero hay días en
que no, hay días en que quiero seguir a Dios, y
días en que no, hay días en que quiero leer la
Biblia, orar, cantar y hay días que no.
A veces me da un desánimo total y no quiero
hacer nada, y esa es nuestra naturaleza
pecaminosa.

11. Pero SERVIR y AGRADAR a Dios no es cuestión de
sentimientos o emociones, es una DECISIÓN que se
toma todos los días y a cada momento.
Porque en mi caso, hay días en que siento que amo
más a Dios, pero hay días oscuros en que no quiero
saber nada de Dios, y quiero hacer cosas que no
agradan a Dios.
Pero el seguir a Dios, es como una disciplina, un
deporte, mientras ustedes más entrenan, se
fortalecen mucho más. Asimismo, mientras ustedes
empiezan a hablar con Dios y a meditar en su Palabra,
fortalecen su vida espiritual.

12. Quizás nuestras vidas no sean las más santas, y lo
digo porque mi vida personalmente no lo es, pero aún
así, yo prefiero que todos estemos en la iglesia, a que
estemos fuera de ella, porque Dios nos va a ir
moldeando poco a poco.
La iglesia está hecha para nosotros, los que pecamos
cada día, los que tropezamos con la misma piedra, los
que batallamos con deseos y hábitos que no nos
edifican, y demás, y esto no quiere decir, que toda la
vida vamos a estar así, al contrario, Dios que comenzó
la buena obra en cada uno de nosotros, la irá
perfeccionando hasta el día de su venida.

13. Pero todo depende también, si nosotros
ponemos nuestra parte y le permitimos a Dios
tomar el control absoluto de nuestras vidas.