El cuento trata sobre un ciego que pedía limosna en París con un cartel que decía "Por favor, ayúdenme, soy ciego". Un publicitario pasó y reescribió el cartel sin permiso. Al día siguiente, el sombrero del ciego estaba lleno de billetes y monedas. Cuando el ciego le preguntó qué había escrito, el publicitario respondió que usó otras palabras que estaban de acuerdo con el mensaje original. El nuevo cartel decía "Hoy es primavera en París, y yo no puedo verla